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Cuando aumenta la temperatura, algo que sucede es que se disminuye la resistencia a la tracción. También el límite elástico y la dureza. Esto, en tanto que por lo general aumenta el alargamiento de rotura y la estricción de rotura en el aluminio.

En otros términos, puede decirse que el comportamiento viene determinado por la composición y por el estado del material. en la determinación de los valores de resistencia para altas temperaturas, como así también su utilización en proyecto y dimensionado de las partes componentes de una estructura, el tiempo como factor pasa a jugar un papel esencial en contraste con las condiciones a temperatura ambiente. Ejerce una influencia. A continuación, veremos cómo se exterioriza esa influencia.

La reacción del aluminio a las temperaturas

Bajo la influencia de temperaturas elevadas, se pueden llegar a producir modificaciones de forma permanente en la estructura de los materiales. Especialmente en aquellos que han previamente experimentado un endurecimiento por deformación en frío o que han sido endurecidos por otros tipos de procesos. Son esas modificaciones las que traen consigo un importante descenso en la resistencia mecánica, que se mantiene incluso luego del enfriamiento si este es a temperatura ambiente. Los valores de la resistencia pasan a depender en estos casos de la duración que se mantenga en el calentamiento previo.

A temperaturas elevadas, el aluminio puede experimentar deformaciones lentas bajo la acción de cargas en reposo. Ello aumenta la velocidad en el cambio de forma con el incremento de la temperatura y de la tensión. A su vez, como consecuencia de este proceso, pueden llegar a surgir distintas tensiones por debajo de la resistencia a la tracción. Las tensiones admisibles dependen, en muchos casos, del tiempo en el cual se mantenga la aplicación de la carga.

Comportamiento

Cuando se encuentra a temperaturas a partir de los 100 a los 150ºC, el aluminio alcanza una influencia apreciable la fluencia. Por esa razón, el comportamiento por encima de este intervalo solamente se puede describir con ensayos a altas temperaturas. Su estado de solidificación y de endurecimiento influyen de distintas maneras en el comportamiento que el material puede llegar a alcanzar cuando se encuentra sometido a elevadas temperaturas. En el caso de las temperaturas bajas, cuando se trata de materiales que no son endurecibles, por el contrario, los estados consolidados terminan siendo más favorables. Por encima de esto se puede aproximar su comportamiento rápidamente al del estado blando, por lo que los materiales altamente aleados pueden ser más favorables en estado blando que los de más baja aleación endurecidos en frío.

Cuando los tiempos de solicitación sean largos, los materiales endurecibles se usan con buen criterio solo a temperaturas claramente por debajo del endurecimiento térmico. Esto, porque de otro modo pasarían al estado blando por sobreenvejecimiento.

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