El aluminio es un material que se emplea desde hace mucho tiempo para distintos fines y utilidades. Algo muy importante a destacar tiene que ver con que, desde principios de la década de 1990, el consumo de energía necesario para su utilización ha llegado a reducirse hasta en un 70%.
Muchos son los rubros en los que el aluminio se ha convertido en el material por excelencia, reemplazando a otros metales que habían tenido el monopolio de los mismos durante muchísimo tiempo. Algunos de estos son la construcción, el transporte, el envasado de alimentos, la arquitectura e, incluso, la carpintería de aluminio o construcción y diseño de muebles.
Luchar por el futuro del planeta
La demanda de aluminio es algo que crece a medida que va pasando el tiempo. Esto se debe a que son cada vez más las industrias de los distintos rubros que se dan cuenta de los beneficios que este material tiene para ofrecer en muchos aspectos. No solamente es un material altamente resistente a la corrosión y al contacto con los agentes externos, sino que es durable y que ofrece un excelente aislamiento, tanto acústico como térmico. Pero, además, son muchos los especialistas en la actualidad que están exponiendo los beneficios del aluminio en la lucha por un futuro más sostenible para el planeta y todos sus habitantes, en un contexto donde esta discusión está llegando a los más altos lugares de los Estados nacionales, que ven con preocupación la situación planetaria.
Juan Almansa, el Director General del Grupo Almansa, explica en entrevista con Dirigentesdigital que:
“Este material dura décadas y el valor de corte de la vida útil es lo que hace que el aluminio sea duradero (…) El aluminio es un elemento básico para cambiar de un modelo lineal en la producción de residuos a un modelo circular en el que todo, al final de su vida útil, se convierte en otra cosa”.
Lo que se sostiene es que es un material completa e indefinidamente reciclable, que se puede transformar en otra cosa una y otra vez, sin perder por eso sus propiedades y sus bondades. Estudios realizados hace unos años han demostrado que las pérdidas que se producen en el aluminio como consecuencia del proceso de reciclaje no llegan al 2%, por lo que se puede entender que el rendimiento del metal es superior al 98% en el reciclado.
No obstante, los beneficios de reciclar aluminio y de convertir a este material en la estrella de la construcción y de otros rubros actuales, no quita las dificultades que todavía persisten en el proceso de reciclado en sí mismo. Especialistas sostienen que se está viviendo un contexto de desmaterialización, donde los materiales se fabrican cada vez más delgados o de menor tamaño. Por eso, se necesitan más esfuerzos para poder recolectar y separar al aluminio del resto de los productos cuando su vida útil en un producto determinado ha llegado a su fin.
Esto representa una invitación a los distintos Gobiernos nacionales y las distintas sociedades a trabajar en conjunto con la industria para generar sistemas de recolección y separación de residuos que sean realmente eficaces y que puedan resguardar el aluminio. Eso va a mejorar sustancialmente las tasas de reciclaje de este material tan importante para el futuro planetario. Lo que se busca es generar un nuevo modelo circular, donde el aluminio se pueda reutilizar una y otra vez.