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Actualmente, la economía de Australia se encuentra enfrentando una difícil decisión. Debe invertir para poder mejorar la competitividad a nivel internacional o debe declinar junto con lo que queda de los combustibles fósiles ya conocidos e implementados hace tiempo.
Distintos informes recientes han dado cuenta de que Australia cuenta con el potencial para convertirse en una verdadera potencia económica. Se cree que puede ser una de las grandes potencias mundiales en el descarbonizado. Uno de estos informes es del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA, por las siglas en inglés).
En el informe Why Aluminium Smelters are a Critical Component in Australian Decarbonisation, Clark Butler sostiene que:
«Con abundantes fuentes de energía renovable de bajo costo, una ventaja comparativa en la producción de hidrógeno y enormes depósitos de minerales que constituyen la base de la producción industrial, Australia podría liderar el mundo en la producción de los componentes de la industrialización de bajo carbono: acero, aluminio, cemento, silicio, litio y minerales de tierras raras»
Lo que hace este enforme es centrarse en el Hunter Valley de Nueva Gales del Sur. El énfasis está especialmente puesto en la fundición de aluminio Tomago. Actualmente, produce cerca de 595.000 toneladas de aluminio anuales, que es el 25% del aluminio primario en el país. Además, el 90% de este se exporta a otros lugares de Asia y del Pacífico, siendo también el mayor usuario de electricidad.
¿Cómo es la producción de aluminio en Australia?
Lo que sostiene Butler respecto a la producción de aluminio en Australia, en el informe anteriormente citado, es que:
“El sector del aluminio de Australia es particularmente interesante ahora porque está fallando. Todos los operadores de la función están perdiendo dinero y están considerando el cierre (…) Australia es uno de los productores de aluminio con más emisiones del mundo. El despliegue de la electricidad renovable es un camino para salir de este atolladero, y la rápida caída del coste de las renovables lo hace más viable que nunca”.
Impulsores de la demanda de aluminio en Australia
Como hemos visto con anterioridad, la extrusión aluminio es conocido en Australia como “electricidad sólida”. Esto se debe mayormente a sus necesidades energéticas pesadas, siendo un metal que presenta un gran futuro a largo plazo. Los impulsores de la demanda creciente del aluminio en Australia son los siguientes ámbitos:
La construcción
Las normas de construcción de bajas emisiones contaminantes en Australia impulsan la demanda de aluminio de bajo carbono. Es considerado como uno de los materiales más sostenibles para poder generar mejoras sustanciales en el campo de la construcción, de manera más respetable con el medio ambiente.
El transporte
Se estima que los automóviles eléctricos incrementarán la demanda a medida que los fabricantes de estos vehículos logren compensar el peso de las baterías. Esto se debe a que tanto los reguladores del Estado como los consumidores finales de dichos vehículos comenzarán a exigir cada vez más la utilización de componentes con un bajo contenido de carbono, que genere una mejora en el contacto con el entorno natural.
Los bienes de consumo
Empresas de reconocimiento mundial en lo que respecta a bienes de consumo y de electrónica, como son el caso de Nespresso, Tetrapak y Apple, hace tiempo que se vienen centrando en las emisiones de sus cadenas de suministros. Ello, orientado a la creación de una demanda de aluminio de bajas emisiones contaminantes.
Lo que señala, entonces, el informe de Clark Butler es:
“Para aprovechar al máximo esta demanda futura, la fundición de Tomago necesitaría energía renovable a precios internacionalmente competitivos (…) Idealmente esto vendría de la energía eólica y solar, la cual sería ‘afirmada’ o complementada por hidrógeno, baterías o energía hidráulica almacenada para proveer el nivel de confiabilidad que una fundición necesita.”