Como sabemos, el aluminio es uno de los materiales que más abunda en la corteza terrestre. Se trata de un metal ligero y suave, con el que se obtiene una muy amplia gama de aleaciones cuando se mezcla con otros metales. Estas aleaciones cuentan con propiedades específicas, que habilitan su uso en un sinfín de aplicaciones.
Dentro de esas aplicaciones, el rubro de la construcción es uno de los que más beneficiados se ve por la utilización y la difusión del aluminio. En este sentido, así como puede decirse que la piel es un órgano fundamental que protege al resto del cuerpo humano en las personas, podemos decir que el aluminio, hoy en día, protege a los edificios de los elementos, proporcionando una gran calidad, resistencia, confort y diseño.
Las propiedades del aluminio
El aluminio se destaca especialmente por poseer excelentes propiedades. Estas lo convierten en un material especialmente apropiado y de excelencia para el ámbito de la construcción. Podemos mencionar las siguientes:
- Ligereza, fortaleza, maleabilidad, durabilidad y resistencia a la corrosión. Estas características aportan a los elementos construidos con aluminio grandes ventajas en la fabricación, como así también una infinidad de usos del producto terminado.
- Se generan por estas características productos que poseen amplias soluciones constructivas y que posibilitan la construcción de amplios acristalamientos y grandes fachadas estructurales.
- Son infinitas las posibilidades estéticas que el aluminio ofrece, como así también permanentes en el tiempo. Podemos destacar tratamientos mecánicos, anodizados, lacados color, lacados con imitación de madera; en otros términos, incontables posibilidades.
- Posee un ciclo de vida sostenible desde el principio hasta el fin. Por eso, se puede decir que el aluminio es u material 100% reciclable. Su tasa de recuperación en construcción llega al 95% y su reciclado permite ahorrar el 95% de la energía que es usada en su producción inicial.
Para la construcción
Por las características mencionadas con anterioridad, el aluminio se ha convertido hoy en uno de los materiales por excelencia para el rubro de la construcción. Se aplica, por un lado, en las estructuras de casas y edificios. Esto se debe a su muy alta resistencia a la corrosión y a las posibilidades de maleabilidad que ofrece, por lo que se puede aplicar de distintas maneras.
Además de en las estructuras, el aluminio se aplica cada vez más en las fachadas y ornamentos de distintos tipos de establecimientos, edificios y viviendas. Sus acabados y terminaciones estéticas son reconocidas y superan a los que pueden ser ofrecidos por otros materiales similares. Por eso, es también buscado en el rubro de la decoración, para su utilización con distintos fines. A medida que las características del aluminio se van haciendo cada vez más conocidas, su uso se difunde más.