Siendo uno de los materiales más abundantes en la corteza terrestre, hoy en día, el aluminio se ha convertido en uno de los metales por excelencia. Es elegido por empresas e industrias de todo tipo y de todos los rubros. Esto, responde a sus características particulares y a sus propiedades mecánicas. A continuación, veremos algunas de esas propiedades mecánicas que vuelven al aluminio un metal predilecto.
La dureza
Cuando se habla de dureza, se está haciendo referencia a la resistencia que un material puede oponer a la penetración. En este caso, el aluminio es un material blando, por lo que en estos materiales se tiende a dar lo que se llama dureza Brinell, como consecuencia de la sencillez de su determinación. Los valores de dureza Brinell se extienden en el caso del aluminio desde HB = 15 para aluminio purísimo blando, hasta casi HB = 110 para AlZnMgCu 1.5 que ha sido endurecido a través de un tratamiento térmico.
En ocasiones, se usa la microdureza, que es una variante del método Vickers, para la determinación de la dureza en capas anodizadas. Sirve, también, en los casos de investigación metalúrgica para el análisis de los constituyentes estructurales. Ya que el aluminio es un metal blando, es importante tener cuidado en las aplicaciones de esfuerzos. Esto, para no generar marcas sobre el material.
La resistencia al ensayo de tracción
Por lo general, la resistencia aumenta cuando aumentan los elementos de aleación. En este sentido, los dominios de la resistencia en cada aleación surgen como consecuencia de los aumentos de resistencia que se acaban consiguiendo por deformación en frío o por endurecimiento. Los diferentes elementos de aleación terminan actuando de un modo muy distinto en cuanto al aumento de la resistencia.
Cuando se aumenta la resistencia, se aumenta el límite 0,2 más rápido que la resistencia a la tracción. Esto, independientemente del mecanismo que motive ese aumento de la resistencia. Ese aumento se puede ver, especialmente, cuando el aumento de la resistencia se da por deformación en frío. Allí, la curva discurre con la mínima pendiente cuando se aumenta la resistencia en estado blando, por deformación de solución cristalina y entre las dos se logra el efecto del endurecimiento.
La resistencia a la flexión, a la compresión, a la torsión y al corte
En los casos de las aleaciones de aluminio lo que se puede admitir es que el valor del límite de aplastamiento es igual al valor del límite elástico de la tracción. La resistencia que se posee a la compresión o el límite de aplastamiento se destacan por tener importancia especialmente en las piezas sometidas a la compresión.
La resistencia a la flexión en el caso de las aleaciones de aluminio se tiene en cuenta en las de fundición. En casos en los que no es posible determinar el límite elástico con suficiente exactitud como consecuencia de su pequeño valor.