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Como sabemos, el aluminio es uno de los materiales que más se emplea en el campo de la construcción. Por eso, es muy habitual contar con el color plata metalizado que sus acabados suelen tener. No obstante, debido a que se utiliza también ampliamente en la decoración y la ornamentación, se pueden buscar otros tonos. Distinto a lo que podría pensarse, cambiar el color del aluminio es efectivamente posible y permite dar un toque diferente a los marcos de ventanas, de puertas, como así también a utensilios de cocina, a muebles, a fachadas de edificios hechas en aluminio.
Teniendo todo esto en cuenta, la respuesta es sí: el aluminio se puede pintar. Para pintar el aluminio no se requiere, además, de un gran esfuerzo ni de materiales que sean muy complicados de adquirir. Lo único que se necesita es una pintura adecuada para ese material y la preparación correcta del mismo.
Los pasos para pintar aluminio
A continuación, veremos los pasos a seguir para poder pintar el aluminio.
Lijar
Con una lija suave, se puede conseguir que el resultado final de todo el proceso sea excelente. Si se lija todo el objeto a pintar, lo que se consigue es pulir los posibles desperfectos, además de facilitar el agarre del producto del siguiente paso. Tras terminar con todo el lijado, se debe pasar un paño con disolvente para eliminar los posibles restos e impurezas que puedan llegar a suceder.
Imprimación
Gracias a esta primera capa, lo que se consigue es preparar la superficie para pintar, para que agarre bien la pintura y el color que se elija. La imprimación es un producto, en general transparente, que permite una mejor adhesión de la pintura posteriormente.
Pintura
Finalmente, se emplea un esmalte sintético o con base de aceite para que los resultados sean los mejores. Se pueden emplear distintos tipos de pintura y de formas de pintar con spray, pistola o pincel.
Tipos de pintura para el aluminio
Pese a ser un material fácil de trabajar y blando, el aluminio no es tan fácil de pintar como puede parecer. Esto se debe a que no se trata de un material poroso, por lo que su superficie no permite una buena adhesión de la pintura, provocando que esta pueda saltar con el paso del tiempo si no se usan los productos adecuados.
Una de las mejores alternativas para pintar el aluminio es con pintura con base de látex. Este tipo de pintura es muy elástico, por lo que se adapta a los posibles cambios sin que la superficie pintada sufra desperfectos.
En los casos en los que se buscan apariencias brillantes, se puede emplear un esmalte a base de aceite. En este tipo de esmalte es posible encontrar una gran diversidad de colores. Por último, existen también diferentes pinturas especializadas.